El otro día encontré un video muy viejo, de mis inicios con Bilanz. Hablaba sobre ahorro e inversión. Se lo mostré a July y le dije que me sorprendía verme tan seguro en esa etapa, uno de mis primeros videos recién empezando. Ella sonrió y me respondió, “ahí tenías hambre”.
Esa frase se me quedó dando vueltas. Y pensé que, muchas veces, cuando las cosas empiezan a ir bien, nos relajamos. Sentimos que el esfuerzo ya rindió frutos y que podemos bajar el ritmo. Pero es justo en los buenos tiempos cuando más debemos planificar y sembrar.
Cuando todo marcha bien, solemos creer que las cosas seguirán igual. Que el sueldo llegará a fin de mes, que el negocio mantendrá sus ventas, que los clientes seguirán confiando. Pero ¿Qué pasaría si hoy pierdes tu principal fuente de ingresos?
La mayoría de personas no se hace esa pregunta cuando las cosas van bien. Sin embargo, cuando tienes con qué pagar tus cuentas, cuando hay un plato para todos en la mesa, cuando las vacas son gordas, ese es el mejor momento para planificar tu futuro.
Porque cuando llega la escasez ya no hay tiempo para planificar, y nos queda reaccionar sobre la marcha.
Por eso, si hoy estás en una etapa estable o de crecimiento, aprovecha para fortalecer tus cimientos; busca ingresos adicionales, no se trata solo de trabajar más, sino de diversificar. Un emprendimiento, una inversión, o incluso monetizar un talento o conocimiento que tengas. Los ingresos pasivos o alternativos son la mejor red de seguridad financiera.
Define tus metas de ahorro; ahorrar siempre con propósito. Define para qué, un fondo de emergencia, una inversión, planifica un viaje, tu jubilación. La claridad en las metas da dirección a tus esfuerzos.
Planea la educación de tus hijos. La educación siempre es de las mejores inversiones y el mejor legado que puedes dejar, pero también una de las más costosas si no se prevé con tiempo. Un plan educativo o un ahorro programado puede marcar la diferencia cuando llegue el momento.
Analiza alternativas de seguros médicos. La salud no avisa, un buen seguro protege tu patrimonio y te brinda tranquilidad. Revisa tus coberturas, ajusta tu plan y evalúa opciones que se adapten a tu realidad familiar.
No demos todo por sentado. La actitud positiva es importante, pero la preparación lo es aún más. Cuando hay abundancia, hay que aprovecharla no solo para disfrutar, sino también para sembrar. Porque lo que se planifica en tiempos de estabilidad es lo que sostiene cuando la vida nos pone a prueba.
Lo que se planifica en tiempos de estabilidad es lo que sostiene cuando la vida nos pone a prueba.
La verdadera tranquilidad financiera no está en cuánto ganas, sino en qué tan preparado estás para seguir adelante si mañana todo cambia.
Con gratitud y dedicación.
FD